Introducción: El costo de ser pobre

Puede parecer contradictorio, pero en realidad ser pobre puede resultar más caro que ser rico. Mientras que las personas ricas continúan aumentando su patrimonio neto a través de inversiones y oportunidades, aquellos que tienen dificultades financieras a menudo enfrentan costos más altos para satisfacer sus necesidades básicas. Este fenómeno tiene sus raíces en las estructuras y oportunidades financieras que favorecen a los ricos. En este artículo, exploraremos los costos ocultos de la pobreza y cómo el apalancamiento financiero, los impuestos y las oportunidades perdidas encarecen la vida de quienes tienen ingresos más bajos. Al final, comprenderá por qué persiste la desigualdad financiera y cómo quienes se encuentran en el extremo inferior del espectro enfrentan mayores desafíos para lograr la libertad financiera.

1. Apalancamiento: la herramienta de los ricos

El apalancamiento es una de las herramientas más poderosas que utilizan las personas ricas para aumentar su riqueza, pero es en gran medida inaccesible para quienes tienen ingresos más bajos. Tomemos un ejemplo simple: si alguna vez intentó obtener un préstamo de un banco, sabrá que el proceso incluye verificar su puntaje crediticio, sus ingresos y sus activos. Las instituciones financieras hacen esto para evaluar el riesgo de otorgarle préstamos. Si lo consideran un prestatario de alto riesgo, le negarán o le ofrecerán un préstamo con una tasa de interés más alta.
Ahora, considere esto: personas ricas como Mark Zuckerberg, cuyo patrimonio neto es de miles de millones, pueden obtener préstamos con tasas de interés tan bajas como el 1%. ¿Por qué? Porque los bancos los consideran de bajo riesgo. Un préstamo a alguien con una inmensa riqueza se considera prácticamente libre de riesgos, mientras que quienes tienen dificultades financieras enfrentan tasas de interés más altas porque tienen más probabilidades de incumplir. Esta discrepancia en las tasas de interés significa que los ricos pagan menos para pedir dinero prestado que los pobres, aunque este último grupo podría beneficiarse mucho más de tasas más bajas.
Supongamos que obtiene una hipoteca con una tasa de interés del 4%. Con el tiempo, esto añade una cantidad significativa al costo de su casa. Mientras tanto, una persona más rica podría pagar sólo el 1% de interés en un préstamo similar, ahorrándose miles de dólares en pagos de intereses. Por lo tanto, el costo de pedir dinero prestado es mucho mayor para quienes tienen ingresos más bajos, lo que los coloca en desventaja desde el principio.

2. El impuesto oculto a los pobres

Los impuestos son otra área donde la desigualdad es flagrante. Si bien multimillonarios como Jeff Bezos y Mark Zuckerberg vieron cómo su riqueza se disparó durante la pandemia, también encontraron formas de minimizar su carga fiscal. Por el contrario, las personas de bajos ingresos a menudo terminan pagando una mayor proporción de sus ingresos en impuestos, especialmente a través de impuestos regresivos como el impuesto sobre las ventas.
Los impuestos sobre las ventas no tienen en cuenta los ingresos de una persona. Ya sea que gane $50,000 o $5 millones al año, pagará el mismo porcentaje en compras como comestibles, ropa y artículos para el hogar. Sin embargo, este impuesto fijo afecta mucho más a las personas de menores ingresos. Para alguien que gana 50.000 dólares al año, un impuesto sobre las ventas de 100 dólares representa una parte importante de sus ingresos, mientras que para un multimillonario, es una gota en el océano.
Los ricos también pueden utilizar lagunas fiscales y estrategias para reducir aún más su carga. Por ejemplo, pueden cancelar los intereses de las hipotecas o aprovechar créditos fiscales para invertir en empresas. Mientras tanto, la mayoría de las personas de ingresos medios y bajos pagan impuestos por cada dólar que ganan y gastan, sin capacidad para compensar estos costos.

3. Oportunidades perdidas: el coste de luchar para llegar a fin de mes

Uno de los mayores costos ocultos de ser pobre es la oportunidad perdida de generar riqueza. Cuando vive de sueldo en sueldo, su principal objetivo es sobrevivir: asegurarse de tener lo suficiente para pagar el alquiler, comprar alimentos y cubrir las facturas esenciales. Esto deja poco espacio para invertir en el futuro, ya sea a través de la educación, el inicio de un negocio o la inversión en acciones o bienes raíces.
Mientras tanto, quienes tienen seguridad financiera tienen el lujo de disponer de tiempo y recursos para identificar y aprovechar las oportunidades. Pueden invertir en acciones, bienes raíces y otras empresas que aumenten su riqueza con el tiempo. Incluso las pequeñas inversiones iniciales pueden agravarse y generar ganancias financieras significativas. Por ejemplo, alguien con 25.000 dólares para invertir podría aprovechar esa cantidad para obtener una inversión inmobiliaria por valor de 200.000 dólares al obtener una hipoteca. A una persona de bajos ingresos con los mismos 25.000 dólares le resultaría mucho más difícil conseguir que un banco aprobara dicho préstamo, y mucho menos afrontar el riesgo financiero que implica.
Además, las personas con libertad financiera pueden darse el lujo de correr riesgos. Pueden permitirse el lujo de ausentarse del trabajo para iniciar un negocio o explorar nuevas oportunidades. Esto es un marcado contraste con alguien que tiene múltiples empleos sólo para llegar a fin de mes, que no puede arriesgarse a perder sus ingresos actuales para realizar inversiones a largo plazo.

4. La prima de pobreza: pagar más por menos

Otra dura realidad para quienes tienen ingresos más bajos es que a menudo terminan pagando más por bienes y servicios básicos. Este fenómeno se conoce como «prima de pobreza». Por ejemplo, quienes no tienen un buen crédito podrían tener que pagar tasas de interés más altas en préstamos, tarjetas de crédito o incluso seguros de automóvil. El alquiler es otra área donde los pobres pagan más; Si bien una persona rica puede calificar para una hipoteca de bajo interés y eventualmente ser dueña de su casa, un inquilino puede terminar pagando mucho más con el tiempo sin siquiera acumular capital.
Incluso las compras del día a día pueden resultar más caras. Sin el capital para comprar al por mayor, las personas de bajos ingresos pueden pagar más por los artículos de primera necesidad del hogar, el transporte o los alimentos. Por el contrario, las personas más ricas suelen beneficiarse de descuentos, programas de recompensas y compras al por mayor que ayudan a reducir sus costos con el tiempo.

5. Escapar del ciclo de la pobreza

Romper el ciclo de la pobreza es increíblemente desafiante, pero no imposible. Una forma de comenzar es crear un buen puntaje crediticio, lo que puede ayudar a reducir los costos de endeudamiento y hacerlo más atractivo para los prestamistas. Las tarjetas de crédito, cuando se usan de manera responsable, pueden ayudarlo a establecer un historial crediticio sólido, pero es crucial liquidar su saldo en su totalidad cada mes para evitar altas tasas de interés.
Otra estrategia clave es centrarse en objetivos a largo plazo. Si bien puede resultar tentador buscar recompensas a corto plazo, invertir en educación o desarrollar una habilidad valiosa puede aumentar significativamente su potencial de ingresos con el tiempo. Al aumentar el valor de su tiempo, eventualmente podrá permitirse el lujo de asumir riesgos calculados que darán sus frutos en el futuro.

Conclusión: El verdadero costo de la desigualdad

Los ricos tienen acceso a herramientas y oportunidades financieras que les permiten aumentar su riqueza de manera exponencial, mientras que los pobres enfrentan costos más altos, menos oportunidades y mayores barreras financieras. A través del apalancamiento, las ventajas fiscales y la capacidad de aprovechar las oportunidades perdidas, los ricos continúan volviéndose más ricos mientras los pobres luchan por mantenerse al día.
A lo largo de mi investigación, encontré a otras personas que han enfrentado dificultades financieras similares y sus historias me han inspirado a profundizar en el tema. Si está interesado en aprender más sobre los costos ocultos de ser pobre, le invito a que vea este (https://www.youtube.com/watch?v=Cl-uBO1fw54).
Si bien no es fácil escapar de la trampa de la pobreza, con una planificación cuidadosa y un enfoque en objetivos a largo plazo, es posible construir un futuro financiero más seguro. Empiece por generar crédito, invertir en usted mismo y dar pequeños pasos hacia la libertad financiera. Todo ayuda y, con el tiempo, estos esfuerzos pueden marcar una gran diferencia.

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